EL DIÁLOGO PERFECTO PARA EMPEZAR O TERMINAR EL DÍA...LA ORACIÓN CON DIOS.

¿Con quién te sientes realmente cómodo cuando conversas lo ocurrido en tu día? ¿Sobre lo que aprendiste en el día de hoy o de tus anhelos y planes a futuro? ¿Será con tus padres, hermanas o hermanos, tu novia o novio, esposa o esposo? En fin... Quizás puedes encontrar muy buenos oyentes entre algunos de ellos, y establecer una excelente retroalimentación, pero como también puede suceder que ocurra lo contrario.

Pero resulta que hay momentos en que esos humanos comunes, con quienes conversamos a diario, no pueden entender claramente lo que deseamos expresar y sucede que la respuesta u opinión que esperamos de ellos no es la que queríamos; o pensamos que una vez que hablemos con ellos sentiremos descanso o desahogo, si estamos muy cargados de información en nuestra mente.

Pero existe una sola conversación, y con un oyente muy especial con la cual encuentras: paz, descanso, tranquilidad, alivio, felicidad, compresión, dirección, respuestas y que sobre todo te hace una mejor persona...

Y se llama la oración y el oyente nuestro fiel amigo Jesucristo, el hijo de nuestro amado Padre Dios.

Sólo él puede entendernos con claridad y exactitud, porque al hablar con Jesús, él nos mira tal cual somos, delante de él no podemos mentir, ni engañarlo, ya que él conoce muy bien nuestro corazón y pensamientos (Jeremías 17:10), y es allí en la transparencia y sinceridad que podemos encontrar la mejor conversación del día, sólo en un Dios de amor y en su hijo Jesús podemos experimentarla.

Si aún no la conoces o quizás tienes tiempo sin hacerla, hoy hay tiempo para tenerla. Puedes hablar con Dios a cualquier hora del día, lugar o sitio donde te encuentres, él es Todopoderoso, y está dispuesto a trabajar por ti y escucharte las 24 horas del día y los 365 días del año... Dios te bendiga.