Calma mis pasos, Señor
DESACELERA los latidos de mi corazón, calmando mi mente
DISMINUYE mi ritmo apresurado con una visión de la eternidad del tiempo
En medio de las confusiones del día a día, DAME la tranquilidad de las montañas.
RETIRA la tensión de mis músculos y nervios con la música tranquilizante de los ríos de aguas constantes que viven en mis recuerdos...
AYÚDAME a conocer el poder mágico y reparador del sueño... AYÚDAME a conocer el poder mágico y reparador del sueño.
ENSÉÑAME el arte de tomar pequeños descansos: reducir mi ritmo para contemplar una flor, charlar con un amigo, acariciar a un niño, leer un poema, oír una música preferida.
CALMA MI PASO, SEÑOR... Para que yo pueda percibir en medio de la incesante labor cotidiana... de los ruidos, luchas, alegrías, cansancios o desalientos... TU PRESENCIA constante en mi corazón.
Sonreír para mi prójimo y callarme para escuchar... TU VOZ CALMA MI PASO, SEÑOR... Para que yo pueda entonar el cántico de la esperanza...
CALMA MI PASO, SEÑOR e inspírame a enterrar mis raíces en el suelo de los valores duraderos de la vida, para que yo pueda crecer hasta las estrellas de mi destino mayor.
¡¡¡GRACIAS SEÑOR!!! Por el día de hoy, por la familia que me diste, por mis hermanos de la vida, mi trabajo,
y sobretodo y por TU presencia en mi vida. Amén.
Señor, todo tu amor, toda tu gracia incomparable, toda bendición inimaginable das a nuestras vidas, muchas
Gracias por la vida que tengo por permitirme bendecir a
Gracias por la vida que tengo por permitirme bendecir a
otros con lo mucho que recibo de ti, por el buen ánimo para trabajar, por las fuerzas que me das.
Ora por tus hijos, porque cuando una madre o un padre ora, Dios escucha, los ángeles se movilizan y cosas maravillosas suceden. Nunca dejes de orar por tu familia.
Señor camina por mi casa y por favor llévate cualquier tristeza, preocupación, dolor o enfermedad. Con tu santo manto protege a mi familia y aleja a todo aquel que quiera perjudicarnos o quitarnos la tranquilidad. Líbranos de los malos ojos, la envidia y la maldad.
Gracias Señor por el día de hoy.
Gracias por la familia que me has dado, por mis amigos, verdaderos hermanos de la vida, por mi trabajo y sobre todo por tu presencia en mi vida.
Ora por tus hijos, porque cuando una madre o un padre ora, Dios escucha, los ángeles se movilizan y cosas maravillosas suceden. Nunca dejes de orar por tu familia.
Señor camina por mi casa y por favor llévate cualquier tristeza, preocupación, dolor o enfermedad. Con tu santo manto protege a mi familia y aleja a todo aquel que quiera perjudicarnos o quitarnos la tranquilidad. Líbranos de los malos ojos, la envidia y la maldad.
Gracias Señor por el día de hoy.
Gracias por la familia que me has dado, por mis amigos, verdaderos hermanos de la vida, por mi trabajo y sobre todo por tu presencia en mi vida.
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