No le pidas a Dios que te de Grandes Éxitos...
Sino pequeños adelantos de virtud.
No le pidas a Dios que te aligere el peso de
tu vida...
Sino que te de fuerzas para llevar el que Él,
quiera ponerte...
No le pidas a Dios poder demostrar que tienes
razón...
Sino que te deje entrar siempre en el fondo de
verdad que pueda tener el otro.
No le pidas a Dios que todo el mundo te
escuche...
Sino guardar silencio para que puedas escuchar
a los demás.
No le pidas a Dios tiempo Para tus males
Sino para comprometerte con los males de los
otros.
No le pidas a Dios que te cambie de cruz, de
lugar, de sufrimientos
Sino que sepas adaptarte a la que viene
calculada para tu condición, tu talla y tu
estatura.
No le pidas a Dios felicidad plena...
Sino saber hacer dichosa la vida con lo que
tienes a tu alcance.
No le pidas a Dios cumplir con todo lo que te ha
mandado...
Sino saber ofrecerle algo que nunca te ha
pedido.
No le pidas a Dios el árbol más frondoso...
Sino el más rendidor.
No le pidas a Dios el hogar más lujoso...
Sino el que tengas habilidad de manejar...
No le pidas a Dios el dinero más abundante...
Sino el que mejor garantice tu salvación.
No le pidas a Dios tanto viento que te sople...
Sino mejor brújula que te oriente.
No le pidas a Dios la magia de la suerte...
Sino el merecimiento del trabajo.
No le pidas a Dios muchos dones para lucirte en
sociedad...
Sino una sola llave para encerrarte en su
corazón.
No le pidas a Dios concebir muchos proyectos...
Sino una sola obra de bien realizada...
No le pidas a Dios éxito rotundo...
Sino la rendijita que siempre te deja ver el
punto débil de tu pequeñez...
Y a la hora de morir no le pidas a Dios Lo que te
mereces...
Sino lo que vale su sangre, su muerte y su
Cruz!.
Él sabe lo que te mereces...
Dios Siempre Está Contigo.
Cuando el caminar parezca pedregoso y difícil.
Cuando las ofensas traten de herirte.
Cuando las palabras no salgan, y no puedas
hablar.
Cuando todos te condenen.
Recuerda: Dios está contigo.
Cuando la inseguridad te agobie.
Cuando el dolor y la amargura
te invadan.
Cuando parezca que te han
abandonado.
Cuando la enfermedad se vuelva agresiva.
Recuerda: Dios está contigo.
Cuando seas perseguido y humillado.
Cuando prediques la Palabra y creas que no
la han recibido.
Cuando el caminar parezca doloroso.
Recuerda: Dios está contigo.
Cuando hablen mal de ti.
Cuando te sientas débil.
Cuando te sientas solo.
Cuando digas:" No puedo más"
Si puedes porque Dios está contigo, solo tienes
que creer en la fortaleza que Dios, puso en ti y
deposita tu fe en Dios, que Él tiene grandes
bendiciones para ti, tu hogar y tu familia...
Solo ten fe.
Que Dios te proteja suavemente en la palma de
su mano, para no andar en senderos de tristezas y dolor.
Que el camino del amor, paz y felicidad...
Dios lo ponga en cada paso que das.
Que Dios, sople suavemente sobre tu espalda,
para que no mires al pasado y puedas avanzar.
Dialoga con Dios a través de la oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario