Mientras miro la plenitud del sol, el atardecer, y el anochecer; mi corazón se encuentra afligido, triste, al no poder librarse y la agilidad simplemente han desaparecido, se han ido y han desaparecido de mí, dejando una profunda tristeza, que día con día se observa con mayor asomo en mi rostro.
¿Cuándo armé las cadenas que día a día siguen apretando mas y mas a mi corazón?.
Siento que el tiempo para mí se está acabando, que en cualquier momento mi alma se separará de mi cuerpo; mi corazón late desesperadamente, tratando de buscar consuelo, pero termina muy cansado, porque otro, otro día sin descanso, otro día sin poder librarme de las cadenas que poco a poco siguen destruyendo mi corazón y mi cuerpo.
A través del espejo, miro mi rostro que en otras ocasiones lucía radiante, lleno de alegría, ahora luce muy cansado, ya no refleja esa luz, esa chispa que emanaba, y que radiaba de alegría; mi cuerpo encorvado pareciera que la edad ha hecho estragos rápidamente en el ya no es el mismo.
La rapidez ¿Cuanto tiempo mi corazón esperará, para poder escaparme de esas tormentosas cadenas, que un día o algunos meses parecían agradables?
Solo Dios lo dirá y seguiré, esperando que el momento no sea demasiado tarde, porque mi corazón…
Ante ti vengo señor con toda la fe de mi alma, a buscar
tu sagrado consuelo en mi difícil situación, no me
desampares en las puertas
que se me han de abrir en el camino.
Sea tu brazo poderoso el que me las abra, para darme la
tranquilidad que tanto ansío.
Esta es la suplica que te hace un corazón afligido por
los duros golpes del cruel destino que lo ha vencido.
Siempre en la lucha humana.
Ya que si tu poder divino no intercede en mi favor,
sucumbiré por falta de ayuda.
Brazo poderoso, ayúdame,
Protege y ampara mi Dios, a todos los corazones
afligidos que por Ti suplican paz a su corazón que como
el mío viven afligidos.
En Ti, confiamos y te damos...
Gracias Dulce Jesús, por tu amor, paz , bondad y
comprensión...
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