Hay un refugio de paz y quietud:
el lugar secreto del Altísimo.
Allí encuentras descanso de las tribulaciones
y la confusión del mundo.
Allí sientes serenidad, tranquilidad, inspiración y guía.
En este lugar secreto, te das cuenta de tu unidad con la vida,
la luz y la bondad abundante de Dios en ti.Toma tiempo cada día para entrar
en el lugar secreto de Dios en ti para orar y meditar.
Cuando estás a solas con Dios, sintiendo Su presencia,
aguardando Su inspiración
y receptivo a Su poder próspero y sanador,
tu vida y circunstancias se transforman.Al centrarte en la presencia de Dios,
permites que Su paz fluya a través de ti.
Puedes liberar todo pensamiento tenso o ansioso
y abrir tu mente para recibir
sólo pensamientos de paz y bondad.
Al hacer esto imbuyes tu energía creativa
con pensamientos y palabras afirmativos
que abren el camino a perfecta salud, felicidad
y prosperidad para que entren a tu vida.A medida que mantienes tu mente centrada
tranquila y confiadamente en el espíritu de Dios en ti,
la luz de la paz de Dios ilumina tu camino,
la corriente de curación de la paz de Dios
se impregna y restaura cada parte de tu cuerpo,
y el poder próspero de la abundante paz de Dios
se encarga de tus necesidades.
Quizás hayas sentido antes el deseo
de decir a Dios cómo obrar en tu vida,
ahora estás dispuesto a permitir que el bien de Dios
fluya a ti de la mejor manera posible.Permite que tus oraciones por paz interna
antecedan cualquier oración que hagas por otros.
Primero abre tu corazón a la paz de Dios
y afirma su presencia en ti.
Cuando estés tranquilo y firme en tu fe,
entonces afirma la bondad de Dios
para la persona a quien deseas ayudar.
Bien sea necesidad de curación, guía, amor,
liberación, empleo o provisión,
cree en que la respuesta correcta llega en el momento correcto.
Confía en las palabras de Jesús:
“Todo lo que pidáis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá”
(Mc. 11:24)Tu momento de comunión con el espíritu de Dios en ti
te permite volver renovado a tu día,
sintiendo la paz perfecta de Dios
que te sostiene con fe y serenidad.
Según piensas, hablas, actúas y sirves
con el único propósito de vivir en armonía con Dios,
todo lo que sucede es para tu bien.
Al permanecer en la paz de Dios atraes solo amor,
aceptación, gozo y éxito a tu vida.
“Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera,
porque en ti ha confiado.”
(Isaías 26:3)
La vida me ha arrancado lágrimas.....
Más no ha logrado borrarme la sonrisa....
La vida me ha roto el corazón....
Más no ha conseguido partirme el alma....
La vida me ha robado una que otra ilusión....
Más no logra quitarme mis sueños.
Podrá la vida con el paso de los años.....
Ponerme arrugas en la cara.....
PERO NO CONSEGUIRÁ ENVEJECER MI CORAZÓN....
PORQUE ESTÁ RESERVADO PARA EL ESPÍRITU DE
DIOS......
EL DIOS, DE AMOR....DE BONDAD......
DE PAZ, FELICIDAD Y DUEÑO DE LA VIDA.
DIOS COLME SUS VIDAS DE BENDICIONES.
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